Los martes venían al cole dos catequistas: Rosa y Ruper a impartir religión, así como el inicio a la Oración. A veces lo hacían acompañadas del Sacerdote. Para esas sesiones, la clases se desdoblaba en dos; de tal manera que se trabaja en grupos reducidos. La primera media hora acudía la mitad de la clase al oratorio (y la otra mitad se quedaba en clase, reforzando aspectos de forma más personalizada) y lo mismo ocurría la otra media hora, pero a la inversa. La verdad, que iban muy motivados y se sentían ilusionados cuando llegaban los martes. Después de estos meses, tuvimos que decir adiós. Para ello, nos organizaron una despedida en la capilla, con nuestros compañeros de primaria. Miriam y Hugo fueron los encargados de llevar distintas ofrendas y Diago nos leyó un relato. Muchas gracias por el cariño con el que nos habéis tratado. Os esperamos el año que viene.